He esperado a regresar a la escuela para hacer públicos mis comentarios.
Como todos y todas sabían mi ausencia a la asamblea de escuela este 1 de diciembre se motivo por mi participación en el IV Congreso de Pedagogía en Arquitectura y Urbanismo, realizado en la Habana, Cuba. De esta experiencia hay mucho que compartir con la escuela. Para ello habrá un mejor momento para hacerlo, este es un momento para continuar diciendo otras cosas.
Desde que hice públicas mis opiniones en contra de cómo se han desarrollando algunos “procesos” en la escuela, se propició la divulgación parcial de algunos temas. De frente y en varios foros y medios he compartido con ustedes mis comentarios, mismos que están y estarán escritos en las páginas que ya se han impreso del blog que para tales efectos abrí como ventana de divulgación. De frente he puesto mi pensamiento para abrir espacio a la discusión de ideas. De frente fui contrario a la continuidad de quien hoy ostenta el puesto de director. De frente he esperado sus comentarios. De frente he recibido las piedras y cortinas de humo que se han lanzado sobre mí.
Lo que sucedió el pasado 1 de diciembre no es algo inesperado, era lo que se podía esperar como un eslabón más que se suma a la cadena de rumores que en las últimas semanas se han lanzado, aquí les recuerdo algunos:
· Se realizaron actividades en donde se concentró a grupos de estudiantes, en donde se indicó que mi interés de aceptar la postulación era el de preservar el status quo, que yo tenía pereza de trabajar y que prefería dejar las cosas tal como están pues me era más cómodo seguir en tal situación. A algunos grupos se les sacó de su horario habitual de clase para realizar estas “actividades”.
· Se dijo que yo no quería continuar con los procesos de facultad, acreditación y transformación del programa.
· Se insinuó que de resultar electo, todo el camino recorrido en estos procesos se perdería por mi desconocimiento de los procesos administrativos en la universidad y por tanto la continuidad del actual director se hacía más que necesaria.
· Se rumoró que de ser electo rodarían cabezas, que personas serían removidas y/o que proyectos como el SEGA serían abortados.
· Que la venta de asesorías arquitectónicas se perdería, pues la continuidad en el desarrollo de los llamados “megaproyectos” depende de la continuidad del actual director.
· Que los proyectos asignados o por asignar de estas asesorías a estudiantes en la modalidad de práctica dirigida estaban en peligro.
Es claro que todo lo dicho no es cierto, de mi boca nunca han salido tales comentarios, las líneas que he hecho públicas son prueba que refleja todo lo contrario.
Actitud como la mostrada en la asamblea del primero de diciembre solo refuerza mi afirmación de que nuestra escuela está dividida (hubo quien se negaba a ver esta realidad) y que esa división se ha acrecentado en el actual período de dirección, por la forma en que se han ejecutado algunos procesos.
¿Por qué en esta última asamblea se utilizó el recurso de no “levantar” requisitos, si en la historia de Arquis casi todas las personas que aspiraron a las candidaturas a la dirección y a la subdirección han requerido de tal levantamiento?
Como es sabido el estatuto orgánico de la universidad define como requisitos al puesto de director de escuela: ser ciudadano costarricense, mayor de 30 años, pertenecer al régimen docente (tener tiempo de nombramiento en propiedad) y dentro de este régimen tener al menos la categoría de profesor asociado. En nuestra escuela solo cinco docentes de la totalidad ostentan estos requisitos. El mismo estatuto da la posibilidad de “levantar” estos requisitos, de hecho los actuales director y subdirector requirieron para ser considerados al puesto de “levantarles” los requisitos.
¿Entonces, el significado de lo actuado en la asamblea de escuela es que solo esas cinco personas tienen la capacidad de asumir el puesto de dirección?
Yo he puesto mi curriculum dentro del blog para que cada quien que se interese pueda leerlo, mi gran déficit actual (para con los requisitos) es no haber presentado la documentación para que se me eleve mi categoría en el escalafón, se que de seguro me faltarán algunos puntos de investigación, pero la cuestión no es si me faltan o no requisitos, la cuestión es ¿Por qué no se me levantaron los requisitos? Me gustaría escuchar alguna opinión.
¿Es que existe un temor oculto? ¿Ha sido infundado? ¿Por qué?
¿Es un temor al cambio, a la transformación?
Me surgen otras dudas,
¿Por qué el actual director retira su postulación y es hasta el momento de la asamblea que se proponen nuevas postulaciones?
¿Cómo se pueden postular nombres sin un período previo para reconocer sus ideas y compromisos para con la escuela?
¿Cómo esperan que el movimiento estudiantil pueda responder a estas candidaturas sin el justo espacio para que lo discutan con la totalidad de la población estudiantil?
¿Qué tipo de ética reflejan los docentes que han hostigado a representantes estudiantiles para que estos y estas rompan con el deber conferido por la asamblea de estudiantes?
¿Por qué no han dicho de frente qué buscan con las acciones que vienen desarrollando?
¿Cómo podemos seguir dejándonos llevar por este camino?
Podría continuar preguntando, pero de seguro al igual que en otras notas no obtendría ningún tipo de respuesta.
Hoy mi voluntad por lograr un cambio, por luchar por una transformación, por lograr buscar una mejora que beneficie a los y las estudiantes es más fuerte. Muchos me conocen y saben mi capacidad de diálogo y escucha, saben que mi posición es en pro de mejorar el hacer dentro de nuestra escuela, las decisiones que habrá que tomar deben tener ese destino como norte. Hoy renacer el espíritu de Arquis es más que un deseo, es una necesidad. Hoy como comunidad docente es más que evidente nuestra necesidad de transformarnos.
¿Cómo reclamar un cambio de actitud en los y las estudiantes, si como docentes no somos capaces de lograrlo?
¿Cómo pedimos a los y las estudiantes mente abierta para escuchar las críticas a sus trabajos, si como docentes no somos capaces de escuchar las críticas a nuestro hacer?
¿Cómo reclamamos al movimiento estudiantil ser más proactivos si como docentes no actuamos de esa manera?
Hoy se que mi deber es continuar con el plan de acción y no desfallecer por las obstrucciones que se interponen.
No podemos seguir tomando decisiones impulsadas por los rumores o dejar que los prejuicios nublen nuestra capacidad de ser críticos.
¿Quiénes somos para autodenominarnos mejores que otros u otras?
¿Cómo podemos desechar las opiniones de otras personas antes de escucharlas?
¿Cómo decir que los “viejos” no tienen nada que aportar?
¿Cómo no escuchar las ideas de las generaciones jóvenes?
¿Cómo no escuchar lo que piensan y sienten los y las estudiantes?
La escuela debe volver a ser un espacio de encuentro, discusión, fomento y lanzamiento de ideas. No el sitio en donde el poder de decisión se entronice en unos pocos. Hoy es época para lograr el trabajo en equipos, para acercar a las mesas de trabajo nuevas y frescas ideas que nos permitan traspasar el umbral del costumbrismo, ese en donde nos hemos detenido en los últimos años. Hoy es tiempo para la inclusión y no la exclusión.
¿Cómo se puede decir que ya se ha discutido mucho y que seguir haciéndolo es una pérdida de tiempo?
¿Cómo proceder si hasta ahora se vienen informando a muchos y muchas estudiantes y docentes?
La pérdida de tiempo ha sido no realizar discusiones efectivas, es desechar las opiniones solo por el hecho de que vienen de personas con las que no se comparten los mismos criterios. Es más que evidente que hay personas que no saben o no quieren discutir, que no saben respetar la divergencia y que buscan imponer sus verdades como las únicas y absolutas. Es más que evidente que usan y usarán cualquier medio para anteponer sus intereses personales a los colectivos, que actúan con oídos sordos a otras voluntades. ¿Por qué seguir por esta ruta?
Hoy puedo seguir viendo a la cara a todos y todas ustedes, lo que he dicho lo dije de frente y lo mantengo. Hoy sigo esperando que se me hagan de frente las observaciones y críticas a mis pensamientos. Hoy sigo pidiendo que luchemos por la unidad que fortalezcan esta nuestra querida escuela, que busquemos priorizar las acciones que permitan las mejoras que nos beneficien a todos y todas, seamos estudiantes, administrativos o docentes.
No quiero extenderme más, lo sucedido en la anterior asamblea es permitido por los reglamentos, no fue la acción más elegante, pero ya está hecho, ya todos y todas hemos podido recapacitar sobre lo actuado, ya se ha escrito tremenda página en la historia de nuestra escuela, debemos saber dejar esto en el pasado y enrumbarnos a buscar nuevas formas de hacer y actuar.
¡VAMOS CON FUERZA, VAMOS A ANDAR, A LA OSCURIDAD LA VENCEMOS EN CONJUNTO!
